El uso de andamios es esencial en la mayoría de los proyectos de construcción, rehabilitación o mantenimiento. Sin embargo, su montaje y utilización implican riesgos si no se cumplen las normas de seguridad establecidas. Al alquilar andamios, no basta con escoger un proveedor económico o cercano; también es fundamental asegurarse de que se respeten todas las normativas de seguridad vigentes.

A continuación, repasamos las principales normas y medidas que debes cumplir para garantizar un entorno de trabajo seguro y evitar accidentes.

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1. Verifica que el proveedor cumpla con las normativas europeas o nacionales

Antes de contratar el servicio de alquiler de andamios, asegúrate de que la empresa proporcione equipos certificados según la normativa vigente, como la UNE-EN 12810 y UNE-EN 12811 en el ámbito europeo.
Estas normas establecen los requisitos de diseño, carga, resistencia y estabilidad que debe cumplir cualquier estructura temporal utilizada en obras.

Un proveedor que cumpla con estas normas te ofrecerá andamios fabricados con materiales de alta calidad y seguros para su uso profesional.


2. Montaje y desmontaje solo por personal autorizado

El montaje y desmontaje de andamios debe realizarse siempre por técnicos formados y acreditados. La legislación laboral exige que los trabajadores cuenten con formación específica sobre prevención de riesgos en trabajos en altura.
Un montaje incorrecto es una de las principales causas de accidentes en obras, por lo que es esencial que la empresa de alquiler ofrezca o recomiende personal cualificado para esta tarea.

Además, el responsable de obra debe supervisar el proceso y verificar que el andamio esté correctamente anclado, nivelado y asegurado antes de autorizar su uso.


3. Inspecciones y mantenimiento regulares

La seguridad no termina con el montaje. Es obligatorio realizar inspecciones periódicas para comprobar el estado del andamio, especialmente si se ha expuesto a condiciones climáticas adversas o si ha sufrido algún impacto.
Cualquier elemento dañado, deformado o corroído debe sustituirse de inmediato.
Asimismo, antes de cada jornada de trabajo se recomienda una revisión visual rápida para detectar posibles desplazamientos o aflojamientos de piezas.


4. Uso de protecciones colectivas y personales

Para reducir el riesgo de caídas, se deben instalar barandillas, rodapiés y redes de protección. Estas medidas colectivas son obligatorias y deben mantenerse durante toda la obra.

Además, los trabajadores que utilicen el andamio deben equiparse con arneses de seguridad, cascos, calzado antideslizante y guantes. El cumplimiento de estas medidas es responsabilidad tanto del contratista como de cada trabajador.


5. Carga máxima y condiciones meteorológicas

Cada andamio tiene una capacidad de carga específica, que no debe superarse bajo ninguna circunstancia. Esta información debe estar claramente señalizada en la estructura o en el manual del proveedor.
También se debe evitar el uso del andamio durante fuertes vientos, lluvias intensas o heladas, ya que pueden comprometer la estabilidad y aumentar el riesgo de caídas.


6. Señalización y control de acceso

El área donde se instala el andamio debe estar debidamente señalizada y acotada para evitar el acceso de personas no autorizadas.
En obras urbanas, además, se deben instalar mallas o lonas protectoras para impedir la caída de materiales sobre la vía pública.


Conclusión

Cumplir con las normas de seguridad en el alquiler y uso de andamios no solo es una exigencia legal, sino una inversión en la protección de los trabajadores y la eficiencia del proyecto.
Elegir una empresa de alquiler confiable, con equipos certificados y personal cualificado, marca la diferencia entre una obra segura y un accidente evitable.

Si estás planificando un proyecto y necesitas andamios, verifica siempre la seguridad antes del precio. Solo así garantizarás un entorno de trabajo profesional, estable y libre de riesgos.